La Conferencia Mundial de Telecomunicaciones Internacionales, que ha tenido lugar entre el 3 y el 14 de diciembre en Dubai (Emiratos Árabes Unidos), aprobó un nuevo tratado mundial sobre telecomunicaciones mundiales que quiere “contribuir a allanar el camino hacia un mundo hiperconectado que hará llegar el poder de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) a todos los habitantes del mundo”.

Convocada por la Unión Internacional de Telecomunicaciones de la ONU (UIT), la Conferencia reunió a más de 1.600 delegados de 151 Estados Miembros; y tuvo como el objetivo primordial la renegociación del Reglamento de las Telecomunicaciones Internacionales (RTI), el tratado mundial vinculante que facilita la interconexión e interoperabilidad de los servicios de la información y la comunicación, su explotación eficiente y el acceso público generalizado a los mismos.

Las nuevas disposiciones incluidas en el tratado hacen especial hincapié en los “esfuerzos futuros destinados a ayudar a los países en desarrollo, la promoción de la accesibilidad para las personas con discapacidad y la defensa del derecho de todas las personas a la libertad de expresión a través de las redes TIC”.

En materia de seguridad, expone que “Los Estados Miembros procurarán garantizar, individual y colectivamente la seguridad y robustez de las redes de telecomunicación internacionales”. Específicamente, sobre Internet, el tratado marca como objetivo fomentar un entorno propicio para el mayor crecimiento de Internet y solicita a todos los Gobiernos “asumir un papel y una responsabilidad idénticos para la gobernanza internacional de Internet y para garantizar la estabilidad, seguridad y continuidad de Internet en su forma actual y de su evolución”.

El artículo 5B resultó especialmente polémico: “los Estados Miembros deben procurar tomar las medidas necesarias para evitar la propagación de comunicaciones electrónicas masivas no solicitadas y minimizar sus efectos en los servicios internacionales de telecomunicación. Se alienta a los Estados Miembros a cooperar en ese sentido”.

Algunos países destacados, como EEUU, Reino Unido o Australia, entre otros, han anunciado que no firmarán el acuerdo por considerar preocupante un posible control gubernamental de Internet; un aspecto que también estuvo presente en las críticas realizadas por diversas empresas, como Google; y en diversas campañas en contra surgidas en Internet.

La Conferencia estuvo marcada, también, por perturbaciones que incluso lograron cortar la red; lo que “destacó aún más la importancia de la ciberseguridad”, según argumentó la UIT. Su Secretario General, Dr. Hamadoun I. Touré, declaró que las “amenazas formuladas contra la Conferencia por parte de grupos de ciberdelincuentes se oponen a los principios de libertad de expresión y libre acceso a la información que la Conferencia ha puesto todo su empeño en defender. Resulta irónico que las personas que se atribuyen la defensa de la libertad de Internet sean las mismas que impiden a todo el mundo tener acceso al evento en línea. ¿Defienden una regla para ellos y otra para los demás?", comentó el mismo día de los ataques.

Consulta el tratado íntegro, aquí.