Según las tendencias y patrones observados, los ataques a la cadena de suministro aumentaron en número y sofisticación en el año 2020 y esta tendencia continúa en 2021, lo que supone un riesgo cada vez mayor para las organizaciones.

 

Se estima que en 2021 habrá cuatro veces más ataques a la cadena de suministro que en 2020. Dado que la mitad de los ataques se atribuyen a actores de amenazas de persistencia avanzada (Advanced Persistence Threat, APT por su siglas en inglés), su complejidad y recursos superan en gran medida a los ataques no dirigidos más comunes y, por lo tanto, cada vez es más necesario contar con nuevos métodos de protección que incorporen a los proveedores para garantizar que las organizaciones sigan siendo seguras.

 

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Fuente: ENISA