Zohar Elnekave, BioCatch Senior Sales Director, LATAM & IBERIA.

Analizar la edad de los usuarios, contra el fraude online

Está comprobado que las personas mayores tienen más probabilidades de estar en el punto de mira de los ciberdelincuentes. Los usuarios más mayores se consideran una población vulnerable porque a menudo no están muy familiarizados con las tecnologías digitales. Es un grave problema, acrecentado por el mayor uso de canales digitales para acceder a servicios financieros. Los criminales que atacan a personas mayores lo hacen sobre todo para robar su identidad, que usarán para solicitar, por ejemplo, una tarjeta de crédito a su nombre. El 40% de estas víctimas son personas nacidas antes de 1960.

Debido a este riesgo, es más probable que los clientes mayores sean remitidos a una "revisión extra" por la entidad financiera y se vean obligados a navegar por las medidas de seguridad añadidas que se han sumado para su grupo de edad. Muchos de estos clientes acaban por renunciar, por falta de disponibilidad o porque se frustran durante el proceso. Afortunadamente, ya existe la tecnología capaz de ayudar a las entidades financieras a combatir el fraude y a proteger a las personas mayores: el comportamiento humano, una característica única e individual, imposible de duplicar o de robar, y el análisis de edad.

Qué es la biometría del comportamiento

La biometría del comportamiento es una tecnología de prevención de fraude, que analiza el comportamiento digital físico y cognitivo con el objetivo de distinguir entre usuarios genuinos y delincuentes para detectar el fraude y el robo de identidad. La solución también mejora la experiencia del cliente para instituciones financieras y empresas digitales al eliminar la fricción causada por las medidas tradicionales de prevención de fraude. La tecnología impulsada por IA (Inteligencia Artificial) mide y analiza los patrones de interacciones humanas con dispositivos y aplicaciones, como la manera en que una persona sostiene su teléfono, la presión aplicada mientras escribe, cómo el usuario se desplaza por la pantalla y otros comportamientos de datos únicos.

Una innovación reciente en la biometría del comportamiento es el análisis de edad, que implica observar patrones de comportamiento digitales para predecir la edad relativa de un usuario. Las investigaciones muestran que los cambios de comportamiento relacionados con la edad se reflejan en la forma en que interactuamos con nuestros dispositivos móviles y de escritorio. Por ejemplo, es mucho más probable que las personas mantengan su móvil en posición horizontal si nacieron antes de 1970. Y, con la edad, tardan más en completar algunos campos de entrada en el formulario de solicitud.

Estos comportamientos digitales por sí solos no indican la edad, pero, cuando se recopilan y analizan en tiempo real, son un indicador significativo. Por este motivo, BioCatch ha desarrollado una nueva funcionalidad, Age Analysis, que recoge y analiza características físicas, cognitivas y otras relacionadas con la edad a medida que el usuario avanza durante el proceso online de apertura de una tarjeta de crédito, por ejemplo. De esta forma, el algoritmo consigue predecir la edad aproximada del usuario para verificar que coincida con la edad declarada durante el proceso. La tecnología de análisis de edad de BioCatch ha sido adoptada por más de 50 entidades financieras en todo el mundo. Una de ellas, emisora de tarjetas de crédito, identificó que el 40% de sus solicitudes de tarjetas de crédito fraudulentas involucraban a usuarios con una edad declarada de más de 60 años.

La tecnología permite a las entidades financieras servir y proteger a sus clientes en todas las etapas de sus vidas. Envejecer no debería implicar sufrir un mayor riesgo de ser víctima de fraude o tener que pasar por procesos largos y frustrantes para acceder a servicios financieros digitales. Las soluciones de prevención de fraude que aprovechan la biometría del comportamiento y el análisis de edad dan respuesta a este problema, y las entidades financieras las están adoptando como medidas adicionales para proteger a sus clientes más mayores.