Pedro Martínez Busto, responsable de desarrollo de negocio en Aruba, una compañía de Hewlett Packard Enterprise.

Los ciberdelicuentes, lejos de ser rebeldes aislados tramando ataques cibernéticos en la oscuridad de un sótano, son organizaciones perfectamente capacitadas para la comisión de delitos. Analizan exhaustivamente a las corporaciones y empresas a las que van a asaltar evaluando si les puede resultar más rentable atacar a una multinacional, o a un Gobierno bien protegido, o a directivos que acceden a diario a información sensible de sus compañías desde su conexión doméstica, en pleno apogeo de la adopción del teletrabajo. Se trata de organizaciones criminales que cuentan con una financiación superior a los presupuestos de ciberseguridad de muchas de las empresas que son objetivos potenciales de ataque.

Con la presente situación de pandemia que está viviendo el mundo, son miles las organizaciones que han tenido que poner en marcha estrategias de teletrabajo para poder mantener la continuidad de sus negocios. Por esta razón, el teletrabajo, que ya no es una solución de contingencia, si no un nuevo modelo de organización impone la necesidad de que las empresas se cuestionen si tiene sentido seguir confiando en soluciones WiFi de tipo doméstico, como los routers suministrados por el proveedor de acceso a internet, dado que, al trabajar desde sus casas, los empleados contribuyen a que aumente la superficie de ataque que las organizaciones han de proteger.

Si bien los entornos domésticos, hasta hace bien poco, no eran atractivos para los ciberdelincuentes, con la proliferación del teletrabajo se han convertido rápidamente en un objetivo prioritario de ataque, dada la altísima probabilidad de que haya empleados accediendo a información sensible y crítica de la compañía.  

Conectarnos a diario desde el hogar a través del WiFi del router doméstico, viene a ser como si en nuestras oficinas prescindiésemos de todas las soluciones de ciberseguridad y los usuarios conectasen sus dispositivos directamente al router del proveedor que proporciona el acceso a Internet. Los routers domésticos, corresponden a unos pocos modelos que ha estandarizado cada operador, y cuyas vulnerabilidades son bien conocidas, sobre todo para los ciberdelincuentes.

Es en este contexto en el que hemos elaborado una guía de ciberseguridad, en la que se desvelan los principales riesgos a los que se exponen las empresas cuando su fuerza laboral desarrolla su actividad profesional desde casa, en la que se incluyen todas las soluciones para garantizar una continuidad segura del negocio que evite peligros y mitigue riesgos de ciberseguridad.

Las Solucionesde Teletrabajo basadas en puntos de acceso de tipo empresarial que proporcionan conectividad WiFi/LAN en el domicilio con las mismas características que en el entorno corporativo -como la solución “Oficina en Casa”- son diferenciales y garantizan un nivel de prestaciones óptimo y un entorno seguro y confiable. Su despliegue es muy sencillo ya que no es necesario realizar ninguna configuración en el domicilio. El usuario sólo tiene que conectar el punto de acceso con un cable al router doméstico y este se autoconfigura sin intervención manual, al cabo de unos minutos tendrá la red WiFi corporativa operativa en su domicilio.

En un entorno donde el perímetro de seguridad tradicional hace tiempo que quedó desdibujado, el Teletrabajo reafirma la necesidad de mejorar las características de ciberprotección de las soluciones de conectividad remota.