El pasado 15 de febrero, el Consejo de Ministros aprobó la Agenda Digital para España, un documento cuya elaboración han liderado el Ministerio de Industria, Energía y Turismo y el Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas.

Esta Agenda establece la estrategia del Gobierno en el ámbito digital y de las telecomunicaciones, con el objeto de cumplir los hitos marcados por la Agenda Digital europea e impulsar el desarrollo de la economía y la sociedad digital en España.

La hoja de ruta se estructura en torno a seis grandes objetivos, que van desde fomentar el despliegue de redes y servicios, hasta promover la inclusión y alfabetización digital y la formación de nuevos profesionales TIC.

Por su parte, la ciberseguridad, la privacidad, el uso responsable y seguro de servicios y contenidos, y la resistencia de las infraestructuras tecnológicas esenciales, cobran protagonismo en el objetivo cuarto, que persigue reforzar la confianza en el ámbito digital, considerándola “un factor imprescindible para conseguir una implantación efectiva de las TIC en empresas y Administraciones y un uso más intensivo de las mismas por la ciudadanía”.

Para reforzar la confianza digital se plantean tres elementos clave, a saber:

1. Impulsar el mercado de los servicios de confianza

Se impulsará el mercado de los denominados “servicios de confianza” que comprenden los destinados a proporcionar medios para la identidad y la firma electrónicas, simplificar la custodia documental electrónica, facilitar los pagos seguros y la contratación electrónica, obtener y custodiar evidencias electrónicas o gestionar la privacidad.

Estos servicios serán dinamizados a través de líneas de actuación como la creación de un nuevo marco regulador de fomento; el estímulo de la oferta y demanda; y el aumento de la capacidad del Estado para supervisar estos servicios, de forma que se garantice a los usuarios que estos responden a los requisitos establecidos.

2. Reforzar las capacidades para la confianza digital

Las distintas entidades, públicas y privadas, especializadas en los distintos ámbitos que componen la confianza digital, serán reforzadas para obtener una apropiada coordinación de capacidades e inteligencia en la identificación temprana de nuevos riesgos en el entorno digital. Como partes esenciales de la confianza, la sensibilización y difusión de buenas prácticas también serán fomentadas.

Este elemento se abordará a través de líneas de actuación como la consolidación de INTECO como centro de excelencia en confianza digital; el desarrollo de programas de sensibilización, concienciación, educación y formación; la incorporación de contenidos en los programas del sistema educativo; y el seguimiento y diagnóstico permanente de la confianza digital a través de indicadores.

3. Impulsar la excelencia de las organizaciones en materia de confianza digital

En este apartado se reconoce que la inversión continuada en seguridad sólo será posible si los esfuerzos realizados por parte de las organizaciones se traducen en una ventaja competitiva. Para ello, los usuarios deberán disponer del conocimiento necesario que les permita ejercer una demanda exigente y proporcionada de seguridad en el mercado.

Este elemento se abordará a través de líneas de actuación como el impulso las buenas prácticas de gestión; el conocimiento y demanda de usuarios y consumidores de servicios que implementen estándares de buenas prácticas (preferiblemente certificadas); y el fortalecimiento de la colaboración público-privada en materia de confianza y seguridad en el ciberespacio, entre otras.